Las «buckybolas», posible origen de la vida, aparecen en abundancia en el espacio
Estas moléculas de carbono han sido descubiertas en zonas del espacio donde jamás se las hubiera imaginado.
El telescopio Spitzer de la NASA descubrió el pasado julio en una nebulosa planetaria unas extrañas bolas espaciales llamadas«buckybolas», unas moléculas de carbono con forma de balón de fútbol nunca antes vistas en el espacio y que algunos científicos creen que podrían haber llevado la vida a la Tierra. Poco después, los investigadores descubrieron que el hallazgo no era tan extraordinario, y que estas esferas se encontraban en distintas zonas de la Vía Láctea y cerca de otra galaxia cercana, lugares donde jamás se creía que podrían ser encontradas. Ahora, una nueva investigación viene a confirmar que las diminutas bolas son mucho más comunes en el espacio de lo que se creía. En efecto, no solo aparecen en raros ambientes pobres en hidrógeno, como se ha especulado durante décadas, sino también en los que son ricos en este elemento. El estudio aparece publicado en la revista Astrophysical Journal.
Las «buckybolas», también llamadas fullerenos, son moléculas que constan de 60 átomos de carbono unidos. Su nombre se debe a su parecido a las cúpulas geodésicas del arquitecto Buckminster Fuler,como las que se encuentran en la entrada del parque temático Epcot de Disney, en Orlando, Florida (EE.UU.). Fueron descubiertas por primera vez en un laboratorio hace 25 años y son muy comunes en el hollín de las velas y en las capas de rocas y meteoritos. El pasado julio se confirmó su existencia en el espacio.
Comunes y abundantes
Ahora, investigadores del Observatorio McDonald de la Universidad de Texas en Austin muestran que la presencia de estas diminutas esferas en el espacio es de lo más común. Los fullerenos «no solo aparecen en ambientes muy pobres en hidrógeno, como antes se pensaba, sino que también existen en ambientes muy ricos» en este elemento, explica David L. Lambert, responsable de la investigación. Hasta hace bien poco, se creía que el hidrógeno inhibía la formación de las «buckybolas», ya que contaminaría el carbono provocando que se formasen cadenas y otras estructuras en lugar de esferas. Sin embargo, el equipo encontró las esferas en dos estrellas de la constelación deCorona Boreal que contienen una gran cantidad de hidrógeno.
Este descubrimiento se une a otro realizado el pasado año por científicos del Instituto de Astrofísica de Canarias, que localizaron las esferasalrededor de tres estrellas moribundas similares al Sol en nuestra Vía Láctea. Estas nebulosas también son ricas en hidrógeno. Juntos, estos resultados defienden que los fullerenos son mucho más abundantes de lo que se creía.
Estas observaciones son importantes, porque cambian nuestra comprensión de cómo se forman las «buckybolas». Los científicos creen que pueden actuar como «jaulas» para capturar a otros átomos y moléculas. Algunas teorías las apuntan como las responsables de haber llevado a la Tierra las sustancias que hacen posible la vida.
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